Por Alejandro Rojo Vivot
“La ciudad es algo que pertenece en común a todos los ciudadanos”. Aristóteles (384 a C-233 a C)
Ya el título expresa claramente la propuesta de reflexión que, en este caso, pone foco en una cuestión teniendo en cuenta la enorme diversidad que comprende toda comunidad.
Por lo menos en nuestra cultura, en toda sociedad existen personas y organizaciones que se dedican a los más disímiles cometidos: educadores, periodistas, artesanos, profesionales, amas de casa, estudiantes, comerciantes, jubilados, deportistas, artistas, operarios, empresarios, empleados, religiosos, etcétera. Desde luego y lamentablemente, también son muchos los desocupados y los que trabajan en condiciones precarias.
Por otro lado, si hay quien afirma que hay sectores buenos y otros que son malos, por lo menos está segando la condición humana en una arbitraria y errónea disquisición que, además, poca sustentabilidad tiene.
Los empresarios y comerciantes en general organizan sus respectivas instancias de nucleamiento y representación: cámaras, asociaciones, etcétera, de primer, segundo y tercer grado. Desde luego que también actúan en forma individual cuando lo consideran oportuno.
Al mismo tiempo, la sociedad en su conjunto, de la que también los empresarios y comerciantes forman parte, tiene formas propias de encontrarse, expresarse, deliberar, proponer, etcétera.
Desde luego que otros sectores también conforman agrupaciones equivalentes, con sus propios fines específicos: sindicatos, foros autoconvocados, colegios profesionales, etcétera.
Es decir, tendemos a unirnos entre pares y muchas veces la homogeneidad prima como valor de aproximación y tiende a establecerse y ser reconocido como tal. El concepto es: somos parte de… o directamente somos de…
Los partidos políticos, los grupos confesionales se encuentran comprendidos en esa categoría, aunque puedan tener variantes sutiles y, a veces, sustanciales.
La participación ciudadana se basa íntimamente en otro criterio: la diversidad reflejando la comunidad en su conjunto. Otra característica clave es que, todos los habitantes se involucran a título personal o grupal, sin que ninguna de las dos circunstancias sea exclusiva o excluyente de los procesos.
Asimismo, son muchas las oportunidades en donde los ciudadanos podemos incidir en, por caso, las políticas públicas como, por ejemplo, participando activamente en el mecanismo de doble lectura.
La doble lectura es una instancia legislativa participativa por la cual determinados asuntos deben ser discutidos y aprobados dos veces, existiendo entre una y la otra etapa la oportunidad para que la ciudadanía, los grupos organizados, el periodismo, etcétera se anoticien del contenido y opinen fehacientemente al respecto, para que en la segunda sesión legislativa sean incorporados los argumentos presentados en el correspondiente debate y sean tenidos en cuenta al volver a votar.
“Se requerirá doble lectura para la sanción de las ordenanzas que dispongan:
a) Privatizar obras, servicios y funciones del municipio.
b) Municipalizar servicios.
c) Otorgar el uso continuado y exclusivo de bienes del dominio público municipal.
d) Crear organismos antárticos municipales.
e) Crear empresas municipales y de economía mixta.
f) Aprobar los pliegos de bases y condiciones para la concesión y/o localización de obras y servicios públicos.
g) Crear nuevos tributos o aumentar los existentes.
h) Autorizar la concesión de obras públicas por más de diez (10) años.
i) Autorizar la concesión y/o locación de servicios públicos por más de diez (10) años.
j) Autorizar la donación de bienes inmuebles; y
k) Contratar empréstitos y créditos públicos y/o comprometer fondos coparticipables que superen el período de gestión de gobierno.
El mecanismo será el siguiente: se realizarán dos lecturas mediando un plazo no menor de treinta (30) días corridos entre ambas, en el que se deberá dar amplia difusión al despacho resultante de la primera lectura. En este período deberá realizarse al menos una (1) audiencia pública, teniendo especial cuidado de invitar a las personas y entidades interesadas directamente en su discusión. En todos los casos se requerirá el voto de los dos tercios (2/3) del total de los miembros del Cuerpo para ambas lecturas”.
Conocer los derechos es fundamental para ejercerlos; capacitarnos como ciudadanos es clave para contribuir a que los derechos sean incorporados a la vida cotidiana de todos. La responsabilidad social empresaria también incluye el involucramiento ciudadano aportando al desarrollo de la comunidad.
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